martes, 25 de septiembre de 2007

Por favor: ¡YA BASTA!

Por: Alberto Zúñiga Rodríguez / betursus@yahoo.com.mx


Ayer 29 de septiembre terminó el 55° Festival Internacional de Cine de San Sebastián (España), justo una semana antes pasó a mejor vida el maestro del silencio y la expresión facial, el mimo Marcel Marceau, y en nuestra ciudad se celebró del 21 al 27, el 11° tour de cine francés con películas bastante interesantes para comentar (pero este evento no ha terminado aún, reinició con una nueva sede del 28 al 4 de octubre en Cinépolis Plaza Morelia para su deleite). Cualquiera de estos temas pudo haber sido la directriz o eje central de esta columna cinematográfica semanal, sin embargo, sólo nos quedaremos con su mención porque hoy dedicaremos estas líneas a un documental que nos ha dejado bastante indignados y con muy mal sabor de boca. Nos referimos a la reciente producción del documentalista y psicoanalista afincado en Texas, Ricardo Ainslie, ¡YA BASTA! (2007), que analiza el fenómeno del secuestro en México a partir de la percepción y testimonio de algunas víctimas reales de este terrible mal que flagela a nuestro país.
Estrenado en tierras mexicanas en la pasada edición del Festival Guanajuatense Expresión en Corto, este documental se desliza entre los amargos recuerdos de quienes sufrieron y sobrevivieron la privación de su libertad, las cínicas confesiones de algunos secuestradores aprehendidos por la “justicia” mexicana, una periodista que analiza este fenómeno a partir de estadísticas y horrores de este crimen y una investigadora experta en asuntos judiciales que analiza nuestro deficiente sistema judicial. Escena tras escena, emergen de ¡YA BASTA! sensaciones de impotencia y frustración que invaden al espectador, al percatarnos de algo a lo que ya nos hemos acostumbrado en este país: la corrupción, las desigualdades económicas y sociales, las terribles inconsistencias de nuestro régimen legal, la incredulidad y desconfianza a las autoridades, la ineficiencia de las instituciones y por supuesto, el surrealismo duro y puro que protagoniza las situaciones más inverosímiles que suceden día a día en México. Por ejemplo, nos preguntamos cómo es posible que en una comunidad del estado de Morelos, en Tepoztlán concretamente, todo el pueblo sabía que una familia se dedicaba al secuestro y a la extorsión y NADIE denunciaba nada; esto según el testimonio del padre de una chica que fue asesinada después de una trifulca que se suscitó al interior de la propia banda y cuyo rescate ya se había abonado a las arcas de la banda. Este trágico caso resulta muy particular porque pone en evidencia eso que todos ya conocemos: el secuestro se ha convertido en una industria muy rentable y con vínculos entre autoridades y delincuentes como una esfera indivisible y que demuestra que cualquier persona, a cualquier hora y en cualquier sitio está expuesto a la inseguridad en este país (no sólo en la Ciudad de México)… De hecho, fue el propio señor quien desde Cancún hasta Tijuana buscó durante 2 años y medio a los ejecutores de su hija, antes que las propias autoridades de Morelos, quienes únicamente se dedicaron a darle excusas absurdas e incluso (el colmo de lo surrealista), incriminarlo a él.
A pesar de que casos como este se han vuelto tan comunes en cualquier noticiario, no deja de doler para quienes amamos profundamente este país que la realidad social, lejos de mejorar, parece ir en picada (aún más) por los desafortunados y nefastos políticos que conducen los gobiernos en todos los niveles.



Director. Ricardo Ainslie

En ¡YA BASTA!, Ricardo Ainslie maneja al secuestro en niveles desgarradores (un señor narra cómo le cercenaron 3 dedos) en contrapunto de un lenguaje audiovisual bastante sencillo, con hermosos time-lapses que articulan los diferentes testimoniales y una ligera dosis de esperanza que nos invita a creer que algunas instituciones judiciales, como la Agencia Federal de Investigaciones [AFI] intentan profesionalizarse y dar mejores resultados (dos o tres de los entrevistados fueron rescatados por la AFI). A su vez, Ainslie hace referencia a la marcha multitudinaria (sin aristas políticas evidentes) contra la violencia que se dio en Junio del 2004 en la Ciudad de México y que contrasta con la declaración del año siguiente de las Naciones Unidas donde se expone al país como el número uno en índices de secuestros cometidos, por encima de países como Colombia y Rusia.
Al parecer, esta obra producida por Karen Berstein, financiada por Matinee Productions y Rico Productions, en colaboración con Fénix Films, se podrá observar en el 5º Festival Internacional de Cine de Morelia, fuera de competencia. Si no es así o no tiene oportunidad de verla, puede encontrar más información en su sitio web (http://www.yabastalapelicula.com/), pero lo más importante, entremos en la parte activa y digamos también ¡YA BASTA!, por favor. Nuestro país nos lo reclama.


Texto publicado el domingo 30 de Septiembre de 2007, en la columna semanal de cine Butaca Sinestésica RKO 281, del suplemento de cultura Letras de Cambio, del periódico Cambio de Michoacán.

Liga de la película: www.yabastalapelicula.com
Home page del director: http://www.ricardoainslie.com
Una de las productoras: http://www.fenixfilmsaustin.com

lunes, 17 de septiembre de 2007

Sin México en cartelera o El Día del Cine Mexicano.

Por: Alberto Zúñiga Rodríguez / betursus@yahoo.com.mx

Hace algunas semanas leía en este mismo diario una nota relacionada con El Día del Cine Mexicano, que hace ya 5 años se viene celebrando en nuestro país, a través de la cadena de exhibidores Cinemark y el Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE). En esta edición más de 30 películas fueron las homenajeadas con un costo de 10 pesos por boleto. Por supuesto, propuestas tan divergentes (en calidad y géneros) como Km 31, Niñas Mal, El Laberinto del Fauno, Cansada de Besar Sapos, El Búfalo de la Noche, Fuera del Cielo, Así del Precipicio, Cañitas, El Violín, Guadalupe, Cuando las Cosas Suceden, Morirse en Domingo, entre otras tantas, se proyectaron el pasado 13 de septiembre en diferentes complejos del país y los fondos obtenidos por este evento “altruista”, se destinaron directamente al programa conocido como FIDECINE (Fondo de Inversión y Estímulos al Cine Mexicano) con el afán de que nuestra agonizante industria siga obteniendo apoyo para respirar un hilo de holgura. Aunque el evento resulta muy agradable y pretende volverse una tradición que explota el espíritu nacionalista efervescente propio de este mes, no deja de arrancar severas reflexiones y críticas al sistema económico de producción en el país. Por ejemplo, ¿por qué sólo una cadena y no todos los exhibidores del país se anexan a este acontecimiento? Al menos aquí en Michoacán y en concreto en Morelia, por carecer de un Cinemark, no procedió y nuestro apoyo como estado se reserva para otra ocasión.... ¿Acaso realmente les interesa exhibir cine mexicano o no es más que otro acto ventajoso de mercadotecnia para abarrotar salas de gente que consume lo que en verdad les deja dinero: la dulcería?


Foto: Beto Zúñiga (2005) (c)

Visto desde la distancia y fríamente, este tipo de esfuerzos resultan más como gotitas de misericordia que una verdadera ayuda sólida, que evidencie un compromiso de este sector con nuestro cine. Y lo considero de este tipo porque son ellos precisamente (los exhibidores, y por supuesto, los distribuidores) quienes arriesgan muy poco capital y quienes se quedan con gran porcentaje del ingreso de taquilla (alrededor del 75 al 90% del costo del boleto, según el contrato con cada productor). Considerando que la recuperación más fuerte de la inversión de una película se da en las semanas que permanece en cartelera, según su ciclo de vida, entonces en nuestro México los productores cada vez pierden más dinero y se ven aún lejanos los años en que puedan recuperar el costo total de la inversión (ya no digamos, obtener la parte de rentabilidad). Seamos sinceros, ¿cuánto tiempo permanece una cinta mexicana en cartelera? Son escasas las excepciones que perduran ahí más de tres semanas...
Por otra parte, aunque ya se hicieron algunas reformas fiscales para beneficiar la producción nacional (en concreto, el artículo 226 de la Ley del Impuesto sobre la Renta [ISR]) e incentivar la inversión en este medio, las condiciones de exhibición siguen descuidando al productor y sin garantizarle los espacios suficientes en sala. Otro aspecto que definitivamente está pendiente en la agenda política-económica y que se debería regular si un día nuestros vecinos del norte no lo permiten o los señores legisladores se lo proponen. Mientras estas condiciones no cambien, el cine mexicano seguirá ausente de la cartelera de las salas en territorio nacional y únicamente habrá que conformarnos con ir a comprar palomitas en El Día del Cine Mexicano que organizan Cinemark e IMCINE… claro, si un día llega a Morelia.

Pd. Película recomendada en cartelera: La Educación Prohibida
(The Fine Art of Love: Mine Ha-Ha, 2005) de John Irvin.
Pd. 2. No había ninguna mexicana para recomendar.
Pd. 3. Esperemos que haya pronto alguna buena.


Columna: Butaca Sinestésica RKO 281. Publicado el Domingo 23 de Septiembre de 2007. Suplemento Letras de Cambio, del periódico Cambio de Michoacán.

martes, 11 de septiembre de 2007

El castigo divino de las viudas: Agua.

Por: Alberto Zúñiga Rodríguez. / betursus@yahoo.com.mx

Varanasi, La India, 1938. Una niña de 8 años, recientemente casada por mandato divino y las costumbres de su país, ha perdido a su esposo; de hecho, el mismo día de su boda. Ella, de nombre Chuyia, sin prácticamente haber conocido a su marido moribundo, es llevada por sus padres a una especie de asilo para viudas, cuyo destino es permanecer ahí el resto de sus días, obviamente, como también lo manda la tradición religiosa… En ese ashram para viudas, Chuyia es despojada de sus rizos hasta dejarla pelona, como un sello distintivo de su condición social y su desgracia permanente, al igual que sus compañeras de pesadumbre y de diferentes edades. Con su inocencia a cuestas, esta pequeña se rebela y cuestiona con preguntas espontáneas y actos propios de su edad, el estadio de aislamiento que viven las mujeres que le acompañan, manteniendo siempre la fe de que sus padres volverán por ella al día siguiente. Sin embargo, esto no sucederá y por el contrario, encontrará en la guapísima Kalyani (Lisa Ray), un pilar que sostendrá su equilibrio emocional y su entusiasmo por la vida.
En ese contexto histórico-fílmico, el líder pacifista Mahatma Gandhi es recientemente liberado de la cárcel e inicia su lucha revolucionaria que le permitirá a la India emanciparse de los británicos. Al igual que miles de seguidores de este personaje, un entusiasta joven de la alta casta brahman, estudiante de derecho, llamado Narayan (interpretado por el famoso actor de Bollywood*, John Abraham), espera ansiosamente que las condiciones sociales cambien en su país y no pierde la oportunidad para cuestionar su entorno.
Estas dos historias sin conexión aparente de la película Agua (Water, 2005), dirigida por la directora hindú afincada en Canadá, Deepa Mehta, encuentran una escena que las une cuando Chuyia y Kalyani conocen a la orilla del río Ganges a Narayan, quien se interesa profundamente por la acompañante de la niña y descubre la tragedia que gobierna la vida de ambas. De ese encuentro, cinematográficamente se derivará un romance que guiará el argumento de la cinta y secundará la verdadera intención de la realizadora en este filme: denunciar la terrible condición social que padecen miles de viudas de su país, como lo vivieron en la época colonial y lo siguen viviendo a causa del recalcitrante fundamentalismo hindú.


Ya entrados en la historia, también descubriremos además de una notable fotografía y una buena dirección del binomio cámara-actores, que el asilo donde estas mujeres sobreviven no es otra cosa que un burdel disfrazado y que la líder es una especie de madrota que regentea a las “reclusas” a cambio de marihuana y dinero que les de comida y sustento para “todas”. Otra hipocresía protegida por la farsa religiosa.
Por otro lado, la música y la recurrencia metafórica del agua, como algunos otros simbolismos religioso-culturales, nos sitúan ante una percepción poco occidental que delega en el montaje la misión de mostrar una media entre la barbarie y la delicadeza con la que esta directora condujo su historia, lejana a cualquier tinte amarillista que desviara la profundidad del mensaje. También brotan en Agua, aspectos que no escapan a la tradición cinematográfica de ese país, como lo son las escenas de corte semi-musical, que involucran directamente a los protagonistas en su ejecución vocal o instrumental, o su afán por mostrar un equilibrio en las situaciones más indeseables, tan intrínseco a su religión.
Para terminar con esta entrega, además de invitarle a ver lo que el hombre es capaz de hacerle a sus semejantes en nombre de un dios, sólo falta hacer de su conocimiento que este filme estuvo rodeado en su realización de amenazas de muerte, angustia y momentos de tensión, ya que en pleno segundo día de rodaje en el año 2000, la directora Deepa Mehta, se vio obligada a cancelar y replantearse el escenario por las múltiples protestas y conatos de violencia que sufrió su equipo de producción y los decorados. Así que de Varansi, tuvieron que moverse (años después) a Sri Lanka, para culminar con este proyecto tan notable que, sin duda alguna, hace una llaga en lo más profundo de la sensibilidad humana. Si es que ésta sigue existiendo.

* Bombay, Centro cinematográfico de la India.

Columna: Butaca Sinestésica RKO 281. Publicado el Domingo 16 de Septiembre de 2007. Suplemento Letras de Cambio, del periódico Cambio de Michoacán.

Más datos sobre la directora y su trilogía Fuego, Tierra y Agua: Deepa Mehta en http://www.imdb.com/name/nm0576548/

lunes, 10 de septiembre de 2007

Bienvenidos a la cueva de las ilusiones.

1. Del arribo al blog. He pasado ya algunos años leyendo blogs muy interesantes sobre cine, música, política y otras cosas verdaderamente increíbles. Debo confesar que nunca me he inscrito a uno, quizá porque disfruto de surfear por la web todos los días y cada página (ola) que visito, la dejo para emociones nuevas o algo que simplemente me mantenga interesado en su contenido. Algunas veces he reincidido en algunos blogs, algunos han desaparecido y otros más, se han transformado. Este que hoy inicio, no lo sé cómo y cuánto perdure... mientras tanto disfrutemos de esa intimidad hilvanada por ceros y unos en una colectividad de usuarios. Sí, donde el cine será la prioridad y donde serán ustedes quienes decidan permanecer, renunciar o incluso reincidir.
2. Lo que nos nutre es la luz. Internet es eso, una red de personas que controlan máquinas... y quizá una especie de cueva de ilusiones (como en el cine) que funciona con electricidad, como las sombras que requieren de luces para existir... Sigamos pues insertos en la dinámica de las sombras, la red, las luces (básicas y materia prima del séptimo arte), negativos, positivos, triples doble-u-s, mails, opiniones, archivos y simplemente el cine... Bienvenidos.
3. La persistencia retiniana es grandiosa. Interactuemos sobre ésta y el cine nuestro de cada día.
4. De los contenidos "Butaca-Sinestésica RKO 281". Muchos de los textos que aquí leerán forman parte del acervo que he acumulado en mi columna de cine publicada en el diario Cambio de Michoacán, los domingos desde hace casi 2 años, en el suplemento Letras de Cambio. Así que disfruten y opinen también sobre ellos. Espero poder subir algunos PDF´s para su deleite. (Pd. Gracias Knobl por sugerirme esto del blog y la columna).
5. De "Noches de Cine". Su servidor, Beto Zúñiga (aka, Betursus), y Adrián González Camargo, parlamos desde Morelia sobre una diversidad de temas de cine, los lunes a las 21:00 horas (hora del Centro de México), por 1550 AM y 106.9 FM en Radio Michoacán. Otra cordial invitación y bienvenida doble al blog y a la radio (por supuesto que en línea nos pueden escuchar).
6. Iniciemos ya. Gracias y "enjoy the ride"... Betursus.