martes, 12 de agosto de 2008

Un día después.

Por: Alberto Zúñiga Rodríguez / betursus@yahoo.com.mx

La tecnología cada vez se incorpora a nuestra vida cotidiana de formas muy sorprendentes. El cine no es la excepción. Por ejemplo, no necesitamos asistir personalmente a la última edición de Expresión en Corto (el festival más importante de cortometraje mexicano) para ver los cortometrajes ganadores, o tener que realizar un viaje trasatlántico para conocer algún segmento de las películas galardonadas de festivales como Cannes o Berlín. Hoy en día, internet acorta esas distancias y nos da la oportunidad de observar productos que antes eran inimaginables prescindiendo de un VHS o un DVD, con su respectivo reproductor y televisor...
Blogs, youtube, páginas personales, institucionales o universitarias, así como otros gadgets tecnológicos (tipo ipods o reproductores de mp3) proporcionan a los internautas producciones que hace algunos años eran inalcanzables. Arranco la columna de hoy con esta reflexión porque la entrevista que a continuación leerán tiene que ver con la forma en que pude ver el cortometraje ganador –en la sección Guanajuatense- de Expresión en Corto 2008. Me refiero concretamente a Un día después, del realizador oriundo de Moroleón, Hiram G. Rodríguez, quien amablemente me facilitó su corto a través de su ipod aquí en esta capital michoacana.

Alberto Zúñiga: Hiram, sabemos por la prensa y la difusión del festival que este es tu primer trabajo y que incluso fue un momento muy emotivo cuando te dieron el premio porque no esperabas ganar… ¿qué significa para ti un premio de esta magnitud en un festival tan importante a nivel latinoamericano?

Hiram G. Rodríguez: Me ilusiona mucho la responsabilidad de haber ganado este festival porque mi siguiente trabajo debe superar este. Me obliga a conocer mejor la técnica, el uso de iluminación, las cámaras, etc. Además, el haber estado ya en la selección oficial era un premio para mí.

(Hiram G. Rodríguez / Fotografía de Celular)

A.Z. : El stopmotion es un trabajo que requiere de mucha paciencia, ¿cuánto te tomó elaborar Un día después y qué técnica utilizaste?

H.G.R.: Este corto se hizo con una cámara de fotografía doméstica (Tobe, su acompañante y amigo la muestra y ríen junto a Javier, otro de sus cómplices de este proyecto). Combiné el stopmotion tradicional cuadro a cuadro, pero a 16 fotogramas por segundo, y animación 2D con software, todo editado en una máquina armada.

A.Z.: Un día después te dio un trofeo y la posibilidad de una beca, ¿qué otras cosas has obtenido a raíz de este premio?

H.G.R.: Se han abierto muchas puertas, por ejemplo, se acercaron algunos productores para ofrecerme su apoyo para dirigir nuevos proyectos y actualmente ya contamos con el soporte de un despacho de diseño gráfico y una universidad para sacar 300 copias del corto.

A.Z.: Como siempre sucede en el cortometraje y en general en el cine, no hay suficientes apoyos… ¿contaste con algún apoyo institucional o privado?

H.G.R.: Pedí apoyo pero no recibí nada. No pedía dinero, sólo un espacio para trabajar. Así que tuve financiarlo por mi cuenta, con un costo aproximado de dos mil pesos.

A.Z.: Sé que es una pregunta que te han hecho muchas veces, pero me gustaría que nos contaras cuales son las dificultades a las que te enfrentaste como realizador independiente.

H.G.R: No hubo dificultades porque me gustaba mucho estar animándolo, sin embargo, debo decir que la plastilina corriente con la que trabajaba derretía los muñecos. Así que tuve que rehacerlos 3 o 4 veces, lo cual a veces me desesperaba.

A.Z.: Estos proyectos son de mucha paciencia y hasta cierto punto necedad. ¿Cuánto te tomó concretar este proyecto y de qué trata?

H.G.R: Tardé un año y seis meses para terminarlo y la historia trata de un anciano de 80 años que un día se vuelve loco y su locura come su cerebro poco a poco. En sus alucinaciones este personaje le da vida a los objetos que están a su alrededor al punto de convivir con ellos… en esos momentos le da mucha hambre y siente que trae un alienígena dentro. Así que trata de abrirse el estómago para sacarlo… Es un tema de demencia surrealista que surgió de algo que un día soñé. El hombre es un ser solitario y personalmente disfruto mucho de la soledad.

A.Z.: Después de Expresión en Corto, ¿qué sigue, en qué festivales más estás participando?

H.G.: Ya estoy en la preproducción de otros proyectos y de momento Un día después ya está en la selección oficial de Mantaraya en Nayarit y en Cinemanía de Toluca.

Terminamos la entrevista e Hiram G. Rodríguez, un joven alegre de un metro y ochenta y tantos centímetros, desconecta su ipod de mi máquina y se despide con una frase que – a modo de risa nerviosa- enuncia que “el cine se hace con la cabeza y el corazón”. Más información sobre este joven cortometrajista o para adquirir una copia de su trabajo, escribir a: hirammstein@hotmail.com


Texto publicado el domingo 3 de Agosto de 2008, en la columna antes semanal (ahora quincenal) de cine Butaca Sinestésica RKO 281, del suplemento de cultura Letras de Cambio, del periódico Cambio de Michoacán.