lunes, 21 de abril de 2008

Conversando con tu ex esposa y/o la traición de la memoria.

Por: Alberto Zúñiga Rodríguez / betursus@yahoo.com.mx

Advertencia número uno. La película que a continuación usted leerá (o si después de estas letras decide recetarse en la oscuridad de la sala) contiene escenas que pueden removerle lo más profundo del mar de recuerdos donde navegan viejos amores que por casualidad o no, se han reencontrado una vez en la vida. Dos. La pantalla está dividida en dos partes, con un mismo plano visto desde ángulos no muy distantes y desarrollados (casi) simultáneamente en tiempo real, por consecuencia, esta cualidad narrativa envuelve en el espectador en una implicación y decodificación fuera de lo habitual. Tres. Lo de la pantalla partida después de treinta minutos se olvida, la charla de estas dos personas puede tardar días o incluso semanas en pasar a un lugar inadvertido de los territorios escabrosos de la mente.
Seguramente ante tanta advertencia estará preguntándose qué situación aborda esta historia que lleva por título Conversando con otra mujer (Conversations with Other Women, 2005). Pero para su sorpresa, no se trata de nada que no sea mundano y quasi racional, ya que el argumento de este filme es muy pero muy sencillo: dos personas –ella y él- cercanos a los cuarenta años se encuentran en una boda. Él le invita un trago de champaña y ella lo acepta. Al cabo de unos minutos, se devela de una forma muy sutil que han sido pareja, ex esposos concretamente, y que ambos se encuentran comprometidos nuevamente (ella con un cardiólogo inglés, él con una bailarina neoyorkina de muy corta edad). Esta situación que se desarrolla entre flashbacks en el plano de la derecha (ellos de jóvenes) y el tiempo real en la parte izquierda, nos guía por la tentación que ambos personajes sufren de irse de a “dormir” juntos (que de hecho lo hacen… léase en todo sentido) después de charlar por horas y de recordarse juntos cada 3 minutos.

A primera vista parece que se ha contado toda la película y no hemos dejado nada a la imaginación. Pero de verdad, créamelo, no es así. En cada línea que la estupenda guionista Gabrielle Zevin ha escrito y Hans Canosa dirigido con brutalidad visual (cámara en mano un cincuenta por ciento del metraje) en este su segundo largometraje, hay un “golpe” referencial muy cruento e interesante para cualquier persona que se ha separado de alguien a quien ha amado profundamente y lo ha vuelto a reencontrar para hablar de su emotivo pasado, dejando de lado aquello que los separó y aquello que los pudiera unir intempestivamente en un rato de placer o infidelidad, si es que ambos están con alguien más... o sencillamente, un momento para re-delegar el corazón en manos de un tercero muy concreto sin llegar al sexo o un simple beso que rebase la línea corporal de la fidelidad (¿ser infiel en la mente es menos infiel que en lo físico?).
Con tres escenarios, mucha imaginación en el montaje (¡vaya trabajo para construir esa narración!) y 5 o 6 personajes entre extras y figurantes, Conversando con otra mujer se construye como una especie de cinta diván, donde sus magnánimos protagonistas, Helena Bonham Carter (Sweeney Todd, 2007) y Aaron Eckhart (La Dalia Negra, 2006) nos invitan a vivir su reencuentro con una severa dosis de intimidad y un profundo análisis de su presente, su pasado y la incertidumbre de su futuro inmediato. Una obra sin una gran manufactura técnica, ni visual –a pesar de su formato antes descrito que logra unir perfectamente el ayer con el hoy a manera de metáfora- pero con un mensaje que nos deja perplejos en su carácter asertivo-dramático de cada situación y cada diálogo por estúpido que parezca (abundan los dobles sentidos). Valor añadido a la confrontación del relato, además de la intensa tensión sexual, se integra el factor de que ella vive en Londres y tiene que volver tan pronto como amanezca (¿será la última vez que se vean?). Otro aspecto que no debe escapar por nuestros sentidos es la forma en que ambos analizan su edad desde una perspectiva de género y de crecimiento personal.
Aunque esta cinta no es nueva, hace casi 3 años de su estreno, es un hecho que este tipo de reencuentros seguirán sucediendo y Conversando con otra mujer permanecerá ahí para recordarnos esas situaciones y a los amantes que jamás olvidaremos o que alguna vez fuimos.

Texto publicado el domingo 6 de Mayo de 2008, en la columna antes semanal (ahora quincenal) de cine Butaca Sinestésica RKO 281, del suplemento de cultura Letras de Cambio, del periódico Cambio de Michoacán.

martes, 1 de abril de 2008

A propósito de las comedias románticas y las pérdidas… Posdata: Te amo.

Por: Alberto Zúñiga Rodríguez

A mi abuela Isabel, por su reciente descanso eterno.

Las comedias románticas o dramáticas suelen aplicar fórmulas que –de alguna u otra manera- resultan gastadas o repetidas hasta el desaliento, pero muy entretenidas o divertidas. Quizá en este último aspecto reside precisamente su éxito como género, ya que se dirigen a un mercado que espera reír y llorar en una misma historia, que de antemano uno sabe su desenlace. En términos de estructura o más formales, los rasgos que las identifican son la o el clásico protagonista carismático, bonachón y carilindo al que siempre le suceden situaciones chuscas, que se cae constantemente o golpea contra la escenografía por lo menos cada 2 o 3 escenas y que según la línea argumental de cada producción, se encuentra también en situación de desamparo (amoroso, normalmente) o con una terrible disyuntiva que resolver. Por otro lado, el factor musical resulta imprescindible en su desarrollo, ya que a pesar de su legado de los musicales, casi por obligación vamos a encontrar canciones algo melancólicas o muy conocidas para que sean lo bastante pegajosas para mantenerse en el agrado del público (mujeres adolescentes o parejas, habitualmente) y lograr así ágiles ventas en su soundtrack. En cuanto al diseño del reparto, los papeles secundarios de los amigos del protagonista también se convierten en un eje narrativo tremendamente importante, ya que son ellos con sus personalidades divergentes quienes le orientan, animan, regañan y abofetean para que reaccione ante sus crisis. En lo que toca a la temática, vemos que las historias -por lo regular- se sitúan en alguna época del año donde aflora el sentimiento y las palpitaciones, como la navidad, o en algún evento tan extraordinario o cotidiano como las bodas, los viajes, un encuentro repentino o qué sé yo… Así pues, bajo estas características los ejemplos sobran y la cartelera se la disputan TODO EL AÑO producciones normalmente norteamericanas-hollywoodenses o del Reino Unido, con su característico humor negro… Si hacemos alusión a los actores y actrices más solicitados para este fin, nombres como Julia Roberts, Hugh Grant, Jude Law, Drew Barrymore o Adam Sandler vienen inmediatamente a nuestra mente y títulos como 4 Bodas y un Funeral, La Boda de mi mejor amigo, Loco por Mary, y un largo etcétera, se tornan en referentes casi obligatorios. Aunque debo confesar que no soy fan de este tipo de cintas, tampoco puedo negar que no he visto alguno de los títulos anteriormente mencionados, o que no se hayan postrado en mi mente –o en la de muchos- como un recuerdo de la adolescencia, de alguna ex novia o sencillamente como una filmografía conexa a las generaciones nacidas en los 70´s y para adelante. En fin…
Este fin de semana, dos días después de enterrar a mi abuela (q.e.p.d) caí a la oscuridad de la sala a ver un título de esta naturaleza por recomendación-petición de unas amigas con las que colaboro en una radio de Guadalajara, evidentemente, en un programa dirigido a mujeres. Así que Posdata: Te amo (P.S: I love you), del director neoyorkino nominado al Oscar en 1991 por The Fisher King, Richard LaGravenese, nos aguardaba a su servidor y a mi Lilita, en el peor horario para ver una película como esta (7 de la noche, nada recomendable para un domingo). El tema: la pérdida de un esposo a edad temprana. La protagonista: la camaleónica y poco gesticular Hilary Swank (Million Dollar Baby, 2004, Boys Don´t Cry, 1999), quien interpreta a la viuda de ascendencia irlandesa Holly Kennedy radicada en Nueva York, cuyo duelo se desarrolla en todo un año donde aprende que la vida sigue gracias a la ayuda de su extinto marido irlandés Gerry Kennedy (llevado a la pantalla por Gerard Butler, también histrión de cintas como 300, del año pasado y El Fantasma de la Ópera de 2004) quien le guía a través de 10 cartas y señales que él mismo le dejó preparados para superar su muerte. Una extraña mezcla de crueldad con romanticismo y comedia oscura.

Poster de la cinta Posdata: Te amo (Richard LaGravenese, 2007)

Posdata: Te amo es un filme basado en la novela homónima de Cecelia Ahern, que cuenta con una realización medianamente interesante y muy singular en la fotografía de Terry Stacey (especial atención merecen los paisajes irlandeses). Por supuesto, es una historia que tendrá a su público femenino aferrado a los pañuelos de bolsillo durante la mitad de su metraje, con llanto nada disimulado y que se propone hacernos reflexionar sobre la vida en pareja, la catarsis de cualquier pérdida de un ser querido y que por supuesto, cuenta con una escena cliché de Karaoke, otra característica que casi olvido señalar. Pues ahí la tienen, una cinta para los enamorados y para los que necesitan seguir adelante sin perder la ilusión de volverse a enamorar. Disfrútenla y lloren todo lo que quieran.

Texto publicado el domingo 6 de Abril de 2008, en la columna antes semanal (ahora quincenal) de cine Butaca Sinestésica RKO 281, del suplemento de cultura Letras de Cambio, del periódico Cambio de Michoacán.

MI NOCHE DE CINE PERFECTA [Parte 3 y última]

Lo dicho y prometido, arrancamos ya el pasado sábado 29 de Marzo en punto de las 10 de la noche con el programa o ciclo de proyecciones MI NOCHE DE CINE. La primera película fue EL DÍA NUNCA, POR LA TARDE (1994), del director español Julián Esteban Rivera. Ampliamente recomendable.
El presentador de MI NOCHE DE CINE es Luis Manuel Pacheco Segoviano y la realizadora Liliana Guadarrama Machorro, con el apoyo de Santiago Reynoso en la producción. Diseño y desarrollo de la imagen del programa Carlos Olvera Zarco; su servidor, asesor de producción.
Aquí el último spot con la imagen del programa (y fase final de la campaña) y recuerden MI NOCHE DE CINE, sábados 10 pm. por TELEMICHOACÁN, canal 21 de cable, 2 por antena área (en Morelia y estados circunvecinos a Michoacán. Este próximo sábado 5 de abril: LA PETITE LILI, de Claude Miller. Nomida a la Palma de Oro en 2003 en el Festival de Cannes.



Nuevamente nuestro más profundo agradecimiento a la RED (Red de Radiodifusoras y Televisoras Culturales y Educativas de México A. C.) que hizo posible este proyecto.