domingo, 11 de octubre de 2009

Ganadores y algunas conclusiones del FICM 2009 (Morelia Film Fest)

Las miradas y las voces que asistieron a esta 7a edición coinciden en cuatro cosas a manera de conclusión: a) La gran selección y participación del género documental, realmente conquistó a críticos, cinéfilos de verdad, ciudadanos a pata (sin fines de facetismo) y los grupi-snobs que nunca faltan. b) La selección de cortometraje mexicano dejó mucho que desear (algunas honrosas excepciones, por supuesto) en cuanto a la riqueza de sus narraciones e historias llevadas a la pantalla grande. c) La programación en general no se mantuvo en relación a otros años y no menos importante, d) El premio al mejor cortometraje michoacano deja un hueco nefasto entre sus participantes y un "sospechosismo" que sigue apestando a fraude como en otros años. ¿Acaso seguimos tratando mal a los de casa o es que este año no hubo temáticas de corte indigenista? Sea como sea, el FICM nuestro de cada año llegó a su fin. Aquí les dejo los ganadores y por qué no, hablemos sin tapujos de este festival que no deja de generar amor/odio entre sus asistentes, afectados, voyeristas, beneficiados, etcétera. Toda opinión es bienvenida. Saludos desde esta guarida y nuevamente, que tengan un estancia placentera por estas letras, imágenes, videos y/o fotos.

CONCURSO MICHOACANO DE GUIÓN DE CORTOMETRAJE
Premio al mejor guión para Inferum de Jorge Armando Moreno Calderón.

SECCIÓN MICHOACANA
Premio al mejor trabajo de la sección michoacana para Nebraska de Adrian Ortiz.

SECCIÓN DE CORTOMETRAJE MEXICANO
Mención especial para 5 recuerdos de Alejandra Márquez y Oriana Alcaine.
Mención especial para El secreto de Martín Cordiani de Isaac Ezban.
Mención especial para El sótano de Mario Guerrero.
Premio especial García – Bross / Studio 5 de mayo para Felipe de Lenz Claure.
El Premio al mejor cortometraje de Animación es para ¿Y el agua? de Dominique Jonard.
El Premio al mejor cortometraje de Ficción es para Señora Pájaro de Véronique Decroux.

SECCIÓN DE DOCUMENTAL
Mención al Mejor documental realizado por una mujer para Rehje de Anaís Huerta y Raúl Cuesta.
Premio al Mejor documental realizado por una mujer para La sirena y el buzo de Mercedes Moncada Rodríguez.
Mención al mejor cortometraje documental para Retrato de un contorno de Jaime Munguía.
Premio al mejor cortometraje documental para El suicidio del tiempo (Pavel González) Daniel González Olvera.
Mención al mejor largometraje documental para Flores en el desierto de José Álvarez.
Mención al mejor largometraje documental para El informe Toledo de Albino Álvarez.
Premio al mejor largometraje documental para Presunto culpable de Roberto Hernández y Geoffrey Smith.

SECCIÓN DE LARGOMETRAJE MEXICANO
Mención Especial a Vaho de Alejandro Gerber Bicecci.
Premio al Mejor Largometraje Mexicano a Alamar de Pedro González-Rubio.

PREMIO DEL PÚBLICO
Premio del Público para Largometraje de Estreno a Soundtrack for a Revolution realizado por Dan Sturman y Bill Guttentag.
Premio del Público para Largometraje Mexicano en Competencia a Alamar de Pedro González-Rubio.

MORELIA LAB
Premio IMCINE de 50 mil pesos: Obispo Verde de Andrés Eichelman Kaiser
Desarrollo de proyecto latinoamericano de 50 mil pesos: Puerto Padre de Gustavo Fallas
Uso de una Cámara Cine Alta: Encuentro en Burgos, para Andrea Álvarez.



Fuente: http://www.moreliafilmfest.com/


domingo, 13 de septiembre de 2009

25 años, tienen sentido. Sistema Michoacano de Radio y Televisión.

Hoy me gustaría retornar a este espacio -por enésima vez- con un tema que no tiene relación directa con el séptimo arte. Se trata de una felicitación a un medio público de comunicación que verdaderamente siento mío (como ciudadano mexicano) y NO como una institución que busca ser un medio gubernamental, una extensión y brazo mediático del partido o color en el poder. No al menos en su concepción original, ni en su función social para lo que fue creado. Aunque debo ser honesto también y sí aceptar -sin dejar de mencionar como mero referente- que este Sistema no ha tenido una trayectoria fácil, como el resto de sistemas de comunicación radiales o televisivos de este país. Los ejemplos bastan y sobran en demasía, pero hoy no nos atañen sus disfuncionalidades, ni sus problemas sindicales o presupuestales (otros aspectos duros de la realidad nacional de estos medios). Propongo en todo caso, rescatar brevemente detalles de su trayectoria sin más, ni más.

En este mes de Septiembre del 2009, el Sistema Michoacano de Radio y Televisión (SMRTV) cumple 25 años al servicio de la ciudadanía de este entrañable y hermoso Estado de México: Michoacán. Es un honor hablar de él y de los festejos que se avecinan porque este cuarto de siglo que el SMRTV cumple, no ha transcurrido en vano y por el contrario, su actividad ha influenciado fuertemente a las radios y televisoras regionales de este país. ¿Tienen una idea por qué? Hagamos un poco de memoria histórica y recorramos algunos aspectos que concretamente lo demuestran:

1. Fue el primer sistema regional de televisión en transmitir por los Satélites Morelos I y II.

2. El SMRTV cubrió y emtió su señal a nivel nacional en eventos como: La visita de Juan Pablo II, así como diversos informes de gobierno y toma de posesión de gobernadores de estados vecinos durante la década de los ochenta. Además de la ceremonia del Grito de Independencia, siendo presidente de la república el Lic. Miguel de la Madrid Hurtado, en Dolores Hidalgo, Guanajuato.

3. También su actividad se ha emitido a nivel internacional con eventos como el Festival Internacional de Música de Morelia y algunas ediciones del Festival Internacional Cervantino (en Guanajuato capital). Hoy en día, su señal sigue llegando a países como Estados Unidos y Canadá, a través de Mexicanal quien la retransmite por el sistema de cable Direct Tv. Más detalles en: http://mexicanal.com/

4. La trayectoria de este Sistema, también ha fomentado el análisis y la reflexión del quehacer de los medios públicos de este país, por ejemplo, un año después de su creación (29 de Septiembre de 1984), en 1985, realizó el Primer Encuentro Nacional de Televisiones Regionales, primer antecedente obligado de lo que más tarde sería LA RED (Red Nacional de Televisoras Educativas y Culturales, A.C.).
Al año siguiente, el Sistema Michoacano organizó el coloquio “La Televisión y el Niño” y no podemos dejar de mencionar la participación activa en cada una de las reuniones periódicas que organiza LA RED, donde se sigue proponiendo y discutiendo la actividad de los medios públicos mexicanos.

5. El año pasado (2008), en el marco de su Aniversario número 24 y bajo un contexto complicado de reformas legales (que hoy en día se siguen discutiendo), este Sistema organizó el Simposio "Los Medios Públicos en la Era de la Digitalización", en el cual sus destacados participantes llegaron a conclusiones muy interesantes que pronto podrán ser consultadas en una memoria electrónica que estará disponible en formato PDF en su portal. Estaremos pendientes de esta publicación y en su momento la daremos a conocer en este espacio.

6. Es considerado como uno de los canales regionales y culturales más importantes de México, después de Canal Once (del Instituto Politécnico Nacional), TV UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México) y Canal 22 del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA).

7. Es uno de los pocos canales de televisión que cuenta con unidad terreste satelital. Mérito que hay que reconocer a la actual administración y que muy pronto pondrá en funcionamiento. Así como la reciente digitalización de sus estudios y listos para esta era que se avecina.


8. Los festejos de este 25 aniversario promenten una intensa actividad que se va a desarrollar del 20 al 25 de septiembre con talleres, exposiciones, conciertos, obras de teatro, seminarios, conferencias magistrales y páneles de análisis. Aquí el programa y la calidad de sus invitados:


Click en la imagen para conocer el programa


Termino este post reconociendo que efectivamente los medios públicos -de México y cualquier país- deben ser medios de gobierno y no del gobierno, medios de los y para los ciudadanos y no para servir a causas partidistas, ni de ningún otra índole que no tenga como fin último el servicio a la sociedad. Su importancia radica en la vocación de desarrollo social y comunitario, bajo el espíruto de la difusión de la cultura, las tradiciones y los valores de las distintas comunidades a las que pertenecemos. Sin embargo, queda mucho por exigir a sus directivos, a su personal de base, a los gobernantes y a nosotros mismos como ciudadanos, porque estos medios son los que pagamos con nuestros impuestos y nos pertenecen como ciudadanía.
Es cierto que su marco legal debe modificarse. No es posible que operen con lo que los Congresos Estatales "consideran prudente" para su desarrollo y que el autofinanciamiento se descarte como un modelo realmente operativo, aún cuando hay ejemplos exitosos en otros países que podrían servir como muestra. Pero de estos temas hablaremos en otra ocasión. ¡Felicidades Sistema Michoacano de Radio y Televisión!

http://www.smrtv.michoacan.gob.mx/





Recomiendo algunas notas para ampliar la información sobre el SMRTV y/o estos festejos:
http://www.cambiodemichoacan.com.mx/vernota.php?id=108181
http://www.michoacan.gob.mx/SMRTV/XXV_aniversario_del_SMRTV
http://www.youtube.com/watch?v=3CS9ISC3eys

jueves, 4 de junio de 2009

A propósito de los sueños (migratorios).

Por: Alberto Zúñiga Rodríguez / betursus@yahoo.com.mx

En el archivo fílmico nacional (o por coproducción con otros países) se siguen incorporando títulos con temática de viajeros, pero no precisamente con la cualidad de turistas y el hedonismo que los motiva a conocer nuevos sitios. Se nota que sigue vigente la imperiosa necesidad de describir el difícil trayecto que viven los connacionales que deciden abandonar esta tierra y buscar en la del vecino una nueva oportunidad de vivir otra vida. Da igual prácticamente que vengan del sur, del centro o del norte (incluso de otros países) porque el objetivo es el mismo, burlar el Río Bravo, la migra, sobrevivir a los coyotes, el desierto, la corrupción, el calor y otros obstáculos.
En estos días especialmente me llamó la atención –después de la veda fílmica por causas de salubridad nacional ampliamente conocidas- que dos películas de migrantes se sucedan en las marquesinas de los cines: Sin Nombre de Cary Fukunaga y 7 soles de Pedro Ultreras. Para fines prácticos y lo que hoy pretendemos subrayar en este espacio, la primera producción será motivo de referencia.
Reza la sabiduría popular que cuando uno critica lo ajeno, olvidamos lo que hay en el interior de casa, o sencillamente toda la basura que pudiéramos sacar, la mandamos al último sitio del escalafón de nuestros intereses que motivan la crítica. En Sin Nombre, entre líneas se puede descifrar que efectivamente en la búsqueda del sueño americano, las únicas víctimas no son los nuestros, también los acompañan en la tragedia los vecinos de países del sur que hacen una escala difícil en Guatemala y se las ven aún más negras cuando tienen que lidiar con la terrible migra mexicana, en este caso, la del estado de Chiapas. Por ejemplo, en una escena poco explícita pero sí de una hermosa sutileza, vemos cómo la protagonista de Sin Nombre, la adolescente hondureña Sayra, junto a su tío y su padre, son “extorsionados” cuando los revisan las autoridades migratorias de nuestro país bajo el pretexto de una revisión. La escena siguiente los muestra con mayor precariedad económica y a la espera de un tren que los ayude a cruzar por territorio mexicano.

La trama es evidente. Sayra y sus acompañantes desean pasar a Estados Unidos pero lo que hace a esta producción “peculiar” y hasta cierto punto increíble, es la relación que Sayra establece con El Casper, un integrante de una pandilla de origen salvadoreño (establecida ya en territorio nacional y ampliamente en la unión americana) que intenta huir de sus filas después de haber desertado de una forma violenta y haber sufrido un maltrecho amoroso. De hecho, la persecución de los maras en contra de El Casper es lo que complementa el conflicto y de alguna forma, utiliza como pretexto para que éste decida ayudar a la adolescente centroamericana.
Sin Nombre devela la red de complicidades que existen en torno a un tema por demás conocido y no centra su esfuerzo en analizar el fenómeno de las pandillas, ya que sólo lo utiliza como marco de referencia para el personaje antes mencionado. Prácticamente da lo mismo que sean maras o neonazis, narcotraficantes o tratantes de blancas. Lo que importa en todo caso es mostrar que hay quienes se sienten nacidos para perder y quienes nacen en la miseria y desean escapar de ella, aunque en ello se les vaya la vida o incluso la pierdan, como sucede con muchos migrantes en el mundo.
Amy Caufman y Canana Producciones, productores de esta cinta, apuestan por conducirnos a una realidad bastante cruda, arropados por una serie de escenas violentas muy bien desarrolladas en cuanto a montaje se refiere, pero no muestran más violencia de lo que este fenómeno es por sí mismo. Vale la pena trepar a la cima de los vagones por donde nos lleva el metraje de esta producción mexicana que contó con el apoyo del Instituto Sundance.




Texto publicado el domingo 31 de Mayo de 2009, en la columna quincenal de cine Butaca Sinestésica RKO 281, del suplemento de cultura Letras de Cambio, del periódico Cambio de Michoacán.

lunes, 4 de mayo de 2009

Cuando el cine se transformó en un blockbuster catarriento.

Por: Alberto Zúñiga Rodríguez / betursus@yahoo.com.mx

Esta crisis no podía ser más cinematográfica. De verdad, de un par de semanas a la fecha, uno se siente dentro de los fotogramas del apocalipsis encarnado en un terruño llamado México. Un espectacular paraje surrealista. Y es que los ingredientes de este filme engranan y se integran del tal forma que la expectación del “respetable” no podía ser mejor y sus reacciones… ¡qué decir de ellas!, las que cualquier guionista profesional desearía para su obra: paranoia intensa, delirio de persecución, histeria colectiva, pánico abrumador, risa nerviosa, exceso de escepticismo y humor negro que deriva en llanto o alegría. Sentimientos que, por supuesto, subyacen de una envidiable combinación de temas y subtramas (a continuación enlistados):
1. El narcotráfico en su máximo esplendor.
2. Aprietos económicos permanentes (esto no es nada raro, pero vaya que importa).
3. Medios de comunicación masiva, especialmente las televisoras, en su papel circense de alarmistas y desinformadores profesionales.
4. Elecciones federales en puerta (otra pulga más para el perro flaco) y la aprobación de leyes que el pueblo ni se ha enterado.
5. La presencia de organismos internacionales como la OMS (Organización Mundial de la Salud), con muchas ganas de aportar unos millones para el respaldo de la economía nacional. El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial también figuran por aquí.
6. Supuestos agentes terroristas financieros internacionales ambulatorios (qué chic sonó esto).
7. Gente en la histeria por conseguir un tapabocas y hacer compras desmesuradas de supermercado, con medicina antiviral incluida a como de lugar y a cualquier precio.
8. Un presidente y su gabinete que dan conferencias de prensa a causa de la mutación de un virus desconocido proveniente de la combinación de tres entes que en algún momento tuvieron que tocarse, frotarse, meterse unos con otros o juntarse de alguna forma (pollos, cerdos y humanos, usted elige la combinación)… y
9. El gobierno de los Estados Unidos que no puede faltar.

Referencias cinematográficas de este tipo sobran. Triunfalistas normalmente ellas. Lo interesante de este filme es que no estamos frente a una estructura tradicional IDC (inicio-desarrollo-conclusión), ya que se parece más a alguno de carácter futurista, casi como un videojuego, con los obvios rasgos interactivos donde el usuario tiene la última palabra y la conducción de la trama. Con una fotografía llena de matices azules –por el tema salubre hospitalario- y con secuencias teñidas de un rojo intenso que cualquier productor comercial añoraría para vender más taquilla. Los zombies aparecen muy esporádicamente por aquello de la verosimilitud. El montaje, por supuesto, incluye gráficos de los titulares de periódicos y algunos ralentizados con violines de fondo para acentuar el número de muertos (cómo se nos olvida cuánta gente fallece diariamente por falta de agua)…En fin, como no hay cines a los cuales acudir, esta butaca se conforma con disfrutar de este tremendo éxito veraniego con un final incierto y con cambios incesantes. Ojalá que nos veamos pronto en el cine –cuando lo abran- y esperemos nuestro clásico terrible verano cinematográfico que desde algunos años hemos reseñado en este espacio. Si ya terminó de leer esta columna, lávese las manos, por favor.
Texto publicado el domingo 3 de Mayo de 2009, en la columna quincenal de cine Butaca Sinestésica RKO 281, del suplemento de cultura Letras de Cambio, del periódico Cambio de Michoacán.

viernes, 17 de abril de 2009

La lucha de la profesión (a veces eterna, a veces dolorosa).

Por: Alberto Zúñiga Rodríguez / betursus@yahoo.com.mx

A mi gran maestro y amigo, Enrique Villegas, por su próximo aniversario de vida y quien me ayudó a reafirmar mi vocación-profesión.

Hace algunos años, por lo menos 5, charlaba con un desconocido en la barra de un bar. Esa noche esperaba a una amiga que se había demorado más de lo habitual y que de hecho nunca llegó. Su servidor no tenía prisa, ni un asunto amoroso que atender con ella (quien pensó que habíamos quedado de vernos la noche siguiente y cayó rendida a las extremidades de Morfeo). Gracias a dicha “espera”, esa ocasión pude tender un diálogo profundo con este interlocutor anónimo –nunca me dijo su nombre- que se enredaba y viajaba entre temas como los sueños (desde la mirada en que uno se vislumbra a futuro cuando se es pequeño), el trabajo cotidiano, las diferentes vocaciones profesionales a las que todos en algún momento aspiramos y por supuesto, el amor, pero no sólo de pareja. Admito que fue una charla muy extraña, incluso teñida de una atmósfera quasi cinematográfica, pero bastante grata, por demás significativa y mejor aún, sin el típico cliché de 2 machines despechados que beben cuantiosas cantidades de cerveza bajo la luz neón de una taberna. De hecho, hoy recuerdo ese encuentro con mucha precisión después de ver sobre el lienzo blanco iluminado por esa peculiar luz multicromática, la última cinta de un gran director que admiro profundamente: Darren Aronofsky con El Luchador (The Wrestler, 2008). Y es que no puedo dejar de asociarla a otro momento de mi vida porque en esta plática, con este hombre de unos 48 años aproximadamente, descubrí que existimos personas que nacimos con una vocación, con una especie de misión en la vida y habemos otros cuantos que la descubrimos con el tiempo o después de renunciar, como en el amor y los sueños, a otras posibilidades. Es muy cierto también que, por las circunstancias que ustedes gusten y manden, otro porcentaje de personas terminamos siendo y haciendo lo que menos imaginamos o en situaciones más extremas, algo que odiamos hasta el fastidio interminable o sin alguna presunta escapatoria. De la manera que esto sea, hoy en día me sigo preguntando si uno es lo que hace o lo que ama o, sin en mi caso, pudiera hacer otra cosa que lo que realizo, soñé o decidí para mi vida. Sobre estas escabrosas mareas vivenciales nos sumerge la trama de El Luchador, con el impecable regreso de Mickey Rourke en el papel protagónico (y casi autobiográfico) del “carnero” Randy Robinson; un gladiador profesional de lucha libre que está a punto de retirarse, con una senda de cicatrices que le recuerdan lo grandioso que fue durante la década de los 80, pero al mismo tiempo, su decrépito estado actual que lo obliga a buscar otra profesión dada su condición bancarrota. Por si esta llave al pescuezo no fuera suficiente, Randy tiene que driblar la nada menos dolorosa batalla contra la soledad, en la cual aspira a reencontrarse de nuevo con su hija (a quien prácticamente nunca atendió) y encontrar en una bailarina de tabledance –con Marisa Tomei al frente de este personaje- el amor idílico de una pareja.

Estamos frente a una cinta que aparentemente rompe con el esquema de montaje, dirección y argumento al que Aronofsky nos había subordinado en otros de sus títulos, como la ultra fragosa Pi, El orden del caos (1998), la milenaria y estridente Requiém por un Sueño (2000) o la alucinante Fuente de la Vida (2006). Todas ellas recomendables, como este luchador que aparentemente nos vende circo, al que no le hace falta un escandaloso soundtrack, pero su pan y su gloria le duran hasta que su físico se lo permite. ¿Acaso podría ser la historia de los boxeadores, de algún futbolista o incluso algún rockstar? Corran a verla.

Texto publicado el domingo 19 de Abril de 2009, en la columna quincenal de cine Butaca Sinestésica RKO 281, del suplemento de cultura Letras de Cambio, del periódico Cambio de Michoacán.

viernes, 10 de abril de 2009

La (TSNR) en La Elegida.

Por: Alberto Zúñiga Rodríguez / betursus@yahoo.com.mx

Algunos autores son terriblemente particulares en el uso del lenguaje cinematográfico. Utilizan abreviaciones para todo y si alguien las desconoce se encuentra en un serio conflicto en la lectura de una explicación teórica-cinematográfica. Me refiero concretamente a lo que se conoce en el lenguaje de Cervantes como la Tensión Sexual No Resuelta (TSNR) o la Unsolved Sexual Tension (UST). Resulta bastante nefasto que un escritor de por sentado que su lector sabe o domina el uso referencial o significante de las siglas que maneja, especialmente cuando se trata de un texto que habla sobre la parte más universal de la humanidad: los sentimientos. Y si esto pasa a nivel escrito, la experiencia se magnifica cuando dichas siglas aparecen en una conversación oral (me da la sensación como si uno estuviera hablando con un doctor o un publicista que raya en lo snob).
Estoy de acuerdo que la experiencia y el nivel de especialidad de los textos puedan variar o ser alto por sí mismos, pero vamos aclarar algo, la teoría del cine a nivel narrativo dista por mucho de ser un tratado de física o química. Si por principio de cuentas estos autores se tomaran los 33 o 56 segundos (y de verdad que esto es rayar en la exageración) que les toma escribir completa la frase o la palabra, una vez y al inicio de su texto, otro gallo nos cantaría y esta columna hubiese comenzado en la clásica intentona de reseñar una película, hoy concretamente, la última de la permanentemente nostálgica directora catalana, Isabel Coixet: La Elegida (Elegy, 2008).


La historia nos adentra en la vida de David Kepesh, un profesor universitario sesentón que gusta de seducir a sus alumnas, pero anteponiendo una barrera emocional a sus encuentros. Èl (sorprendentemente interpretado por Ben Kingsley y con unos niveles de contención dramática asombrosa) en su búsqueda del amor eterno y fugaz se enfrenta a una guapísima alumna de ascendencia cubana llamada Consuela (sí, con “a” al final) Castillo, aquí representada bajo una escultural Penélope Cruz. La relación que se deriva y nos envuelve durante todo el conflicto del protagonista es la típica que conocemos bajo la frase antes anunciada: Tensión Sexual No Resuelta, frecuentemente utilizada en telenovelas, pero sobre todo series tipo Friends, Lost y un enorme etcétera que no deja de utilizar esta exitosa fórmula. Encuentros de este tipo se caracterizan por el deseo emotivo-sexual, o incluso afectivo, que se da por parte de ambas partes, pero que cuando parecen ocurrir, algo sucede para postergarlos. En La Elegida desaparece casi de inmediato cuando David en los primeros 30 minutos conquista a Consuela, sin embargo, se incrementa cuando terminan su relación y el tiempo hace de las suyas. Para ambos el camino se complica y el implacable tiempo se desliza por las respectivas elipsis que conjugan dos historias paralelas: por una lado, el mejor amigo de Kepesh ha muerto y su hijo, que lo ha juzgado desde el momento en que se divorció de su madre por su moral libertina, ahora requiere de su ayuda. Sin duda, un filme que se cocina a fuego lento y con secuencias de igual cadencia, pero que se disfruta en la inteligencia de su guión, el cual se basa en la novela homónima de Philip Roth.
De verdad vale la pena sentir la seducción que propone la directora catalana porque nos invita a zarpar por mareas que nos son a todos propias, el amor, el odio, la pasión, los celos y el desprecio. Parsimoniosa quizá para quienes disfrutan de lo bélico, pero una excelente parcela llena de palabras envueltas por un celuloide que nos permite seguir reafirmando que la vida es única y que los amores eternos siempre nos acompañan, aunque se hayan marchado desde hace muchos años. Brindemos por ellos y por las buenas cinta de Isabel Coixet (otras recomendaciones de ella: Mi vida sin mí, 2003 y La vida Secreta de las Palabras, 2005).

Texto publicado el domingo 5 de Abril de 2009, en la columna quincenal de cine Butaca Sinestésica RKO 281, del suplemento de cultura Letras de Cambio, del periódico Cambio de Michoacán.

viernes, 20 de marzo de 2009

Una reseña muy retro: Revólver.

Por: Alberto Zúñiga Rodríguez / betursus@yahoo.com.mx

Resulta verdaderamente patético por parte de su servidor (si más de alguno cree suficiente el calificativo o se me permite) que el día de hoy reseñe una producción que se estrenó hace 4 años y que a penas en estos días está en la cartelera de nuestra capital michoacana. Pero hay cosas que nos llegan al presente de manera obtusa, sorprendente e incluso insospechada, a pesar de todos los pesares, o del letargo de los distribuidores-exhibidores que por casi dos años presumían en marquesinas los posters promocionales de este Revólver (Revolver, 2005). Es más, la sensación que invade mi imaginación sobre este hecho, es como la que vivieron los cinéfilos de mediados de los 40´s cuando recibían noticias de una batalla que se libraba en algún territorio europeo y hacía más de uno o dos meses que la propia guerra había terminado. En fin, de la manera en que haya sido, hoy podemos hablar de esta auténtica arma cinematográfica que disparó el formidable director británico Guy Ritchie, culpable de acertar otros dos verdaderos cañonazos como Snatch (2000) o la reciente en pantalla RocknRolla (2008), evidentemente también recomendables para sus ojos.

Revólver nos conduce por el insigne universo del género de gánsters y su característico ritmo trepidante de violencia, apuestas, traiciones y el modus operandi de las mafias, con dosis impresionantes de asombro, suspenso y un final ampliamente polémico (aquí, como siempre, usted tendrá la última palabra). Protagonizada por un notable Jason Statham que encarna a un enfermizo apostador llamado Jake Green, el metraje de esta historia nos hace partícipes en 105 minutos de cómo éste tendrá que enfrentarse a un líder mafioso, Dorothy Macha (un bestial Ray Liotta), y su lucha por demostrarse el uno al otro quien detenta el mayor poder y el mejor juego ganador. Como cualquier buena cinta que deambula por estos temas y género, las escenas de brutalidad también compiten entre sí por dejar al espectador con la mayor cara de asombro posible o impavidez por no dar crédito a lo que se vive frente a esa pantalla. Pero es que definitivamente, en Revólver, también juegan un papel crucial la excelente fotografía de Tim Maurice-Jones y la rimbombante música de Nathaniel Mechaly, que en su conjunción con la recurrente y muy elocuente voz en off del protagónico Jake, no lo dejarán impune en sus pensamientos post-proyección (una cualidad de los guiones y la excelente orquestación de elementos del señor Ritchie; conocido en la farándula por ser el ex de la reina del pop, Madonna). Pero déjeme decirle otra cosa de este precioso Revólver que tendrá antes sus ojos y oídos. La lectura secundaria que nos plantea la cinta, es la que se llevará a casa como mensaje, más allá de la “complicada” lucha entre gánsters que uno percibe como temática principal de este thriller. Así que esté atento a los detalles porque las conclusiones que de ahí se deriven pueden invitarnos a un verdadero viaje que trastoque la barrera de la ficción y nos invada a la esfera del análisis personal del yo.
Lo afortunado de esta cinta, es que si se la pierda en cartelera, probablemente podrá conseguirla en un videoclub (¡carajo, como no podrá serlo si ya pasaron 4 años!), o quizá en video bajo demanda en algún sistema de cable, pero por favor, no deje de sentir la adrenalina que dispara en cada escena este Revólver.


Texto publicado el domingo 22 de Marzo de 2009, en la columna quincenal de cine Butaca Sinestésica RKO 281, del suplemento de cultura Letras de Cambio, del periódico Cambio de Michoacán.

viernes, 6 de marzo de 2009

Apuntes y deliberes sobre el Tercer Simposio Internacional de Televisión

Por: Alberto Zúñiga Rodríguez / betursus@yahoo.com.mx

Aguascalientes, México. Notas personales para la posterioridad, mezcladas con impresiones y visiones. Interior del bellísimo Teatro Morelos, día 1 (por la mañana). Espacio lleno de alumnos y profesionales ávidos -o no tanto- de escuchar sobre el futuro de lo que muchas personas definen como la caja estúpida: la televisión. Aclaremos ahora, no cualquier televisión…sino la que se hace desde la trinchera pública, al servicio y pagada por el pueblo, en otras palabras, la que no vive del rating, sino la que provee un servicio de educación, entretenimiento y cultura, es decir, un medio de comunicación público. Imagen mental número 1. El cine jamás podrá negar la paternidad que detenta frente a la televisión, como la fotografía nunca dejaría de hacerlo frente al primero. Aunque este espacio se dedica al análisis del séptimo arte, indiscutiblemente el futuro de la producción, exhibición y distribución fílmica dependerá –como siempre lo ha hecho- de la evolución de la tecnología y hoy más que nunca de la inminente digitalización de la televisión.
Conclusiones recurrentes del primer día: Es imparable la democratización de los medios de comunicación (casos youtube, facebook, y un enorme etcétera), la reciprocidad y retroalimentación entre productor y usuario para cerrar un ciclo de comunicación y no de mero intercambio de información, así como la conjugación y conjunción de diferentes medios a través de internet (factor hipermediático); un medio electrónico que hasta ahora está presente en un porcentaje interesante de hogares mexicanos pero que implica la marginalidad de millones de personas aquí y en el mundo entero y que desde ya, genera una brecha más profunda entre quienes acceden a sus redes y quienes se mantienen enredados en problemas de supervivencia básica: la salud, el hambre, la vivienda y el empleo.
Imagen mental número 2. En unos años ver televisión en internet será algo muy común no sólo en casa, sino en y con cualquier dispositivo móvil (teléfono, cámara de foto, de video, reproductores de audio comprimido [mp3-mp4] y lo que venga) y a la hora en que el usuario lo desee. Ante esto otra pausa reflexiva: ¿Será posible que el celuloide desaparezca? Seguramente quedará en la memoria y en nuestra nostalgia; hoy la prueba más próxima son todos los esfuerzos de los exhibidores por equipar sus salas con proyectores digitales. Eso explica la nueva y siempre bien ponderada fiebre del 3D. Definitivamente la apuesta de Disney y algunas otras empresas de dibujos animados. Ejemplos sobran hoy en cartelera: Bolt (2008), Coraline y la Puerta Secreta (Coraline, 2009). En fin, ante el próximo e “inevitable” escenario lo deseable es que con estos cambios también los mecanismos financieros sean más ecuánimes entre productores –quienes arriesgan su capital y sus historias- y quienes se dedican a exhibir y distribuir. ¿El autoempleo del productor estará tentado por fungir como un exhibidor virtual? Seguramente sí. No deja de sorprendernos que un cortometraje tenga 1 millón de visitas en pocas semanas de su puesta “on-line”; mecanismos antes inimaginables.
Día 2. Mismo reciento, afuera el calor a 32 grados antes de las 14:00 horas. La agenda de la jornada toca temas como la actual crisis, los nulos presupuestos que poseen lo medios públicos, así como la amplia oferta informativa y de entretenimiento que tendrá la digitalización (un canal de televisión, por ejemplo, podrá tener 4 canales independientes entre sí, más uno extra para datos, entre muchas otras virtudes). Pero estas preocupaciones topan en un mismo muro: los contenidos. En efecto, vamos a tener más canales, los medios públicos necesitan más dinero para equipamiento, pero eso si lo miramos con lupa nos daremos cuenta que es lo menos importante. La reflexión final será la misma: ¿Qué nos van a ofrecer y cómo regular lo que hasta ahora nadie puede regular, internet? Imagen mental número 3. No logro olvidar las charlas de pasillo de algunos asistentes expertos. La COFETEL (Comisión Federal de Telecomunicaciones) desaparecerá para cuando la digitalización que tanto les preocupa y regulan, llegue. La razón –según ellos- se sostiene en la tesis de que para entonces la televisión estará en lo que técnicamente se conoce como tecnología I.P. (en términos nada técnicos esto es algo como tener una dirección de internet) y no como la disfrutamos ahora (por cable o antena aerea). El cine invariablemente irá ahí y seguirá nutriendo la televisión, pero la duda que finalmente comparto con ustedes es si algún día dejará de existir el acto colectivo de presenciar una cinta bajo la oscuridad de una sala, junto a un conjunto de personas que comparten una historia en la delicia de la penumbra. Es pregunta y cargada de mucha tristeza.

Información del Simposio:
http://www.tercersimposiointernacionaltv.com/

Texto publicado el domingo 8 de Marzo de 2009, en la columna quincenal de cine Butaca Sinestésica RKO 281, del suplemento de cultura Letras de Cambio, del periódico Cambio de Michoacán.

lunes, 9 de febrero de 2009

Del inconveniente de haber nacido (viejo): Benjamin Button. Parte 1.

Por: Alberto Zúñiga Rodríguez / betursus@yahoo.com.mx

Hace algunos años, ya unos cuantos, cuando su servidor comenzaba a utilizar el correo electrónico, en la bandeja de entrada apareció un envío masivo titulado: “La vida según Quino…”. A pesar de no ser muy afecto a leer “cadenas” cibernéticas (normalmente insoportables), el descubrir en el asunto de este mensaje el nombre del carismático e inolvidable creador de Mafalda me saltó a la vista de inmediato y me llamó mucho la atención… aunado a que un gran amigo, que no suele reenviar mensajes de este tipo, había sido el encargado de mandar este forward. El texto comenzaba con algo como: … Pienso que la forma en que la vida fluye está mal. Debería ser al revés: Uno debería morir primero para salir de eso de una vez. Luego, vivir en un asilo de ancianos hasta que te saquen cuando ya no eres tan viejo para estar ahí…



Y así sigue el relato, con una retrospectiva de la vida de cualquier mortal, que desde esta mirada culminaría en la plenitud de un orgasmo. Hoy en día no sé –ni me interesa investigar- si realmente el caricaturista argentino (Joaquín Salvador Lavado) fue el autor de este texto tan célebre en su planteamiento, pero sí me pareció pertinente iniciar la columna de esta quincena con esa idea para hacer referencia a una increíble –en todo sentido- cinta que desde algunas semanas vi y me sigue dando vueltas por las distintas cortezas cerebrales (y que además, prometí hablar de ella en la edición pasada). En efecto, se trata de la multi-nominada El Caso Curioso de Benjamin Button, dirigida por nada más y nada menos que, David Fincher, el mismo cerebro maquinador de Alien 3 (1992) o la incomparable El Club de la Pelea (1999); magistralmente escrita también por otro célebre artista: Eric Roth, creador de guiones como Munich en 2005, El Buen Pastor (2006) y su Blockbuster fundamental: Forrrest Gump (1994) de la cual haremos alusión más adelante.
Si a este mezcla, le sumamos el talento de Cate Blanchett y un intermitente Brad Pitt, la película promete ser eufórica. Y es que no es para menos, el universo que plantea es exquisito por sí mismo: un niño, Benjamin Button, ha nacido con el diminuto cuerpo de un hombre de 80 años en un día muy particular (el fin de la Primera Guerra Mundial). Lo peculiar de esta “criatura”, a quien por cierto abandonan a la puerta de un asilo de ancianos, es que su vida comienza con un viaje hacia la desaparición –como todos lo tendremos- pero al modo que “Quino” propone.
Sí más de algún lector en este momento piensa que le he contado la película, me parece no he hecho más que platicar cuál es el asunto de la misma, porque esta mega producción por sí misma constituye un verdadero viaje en toda la extensión de la palabra. De hecho, hasta este momento sigo sin saber por donde empezar o qué parte sería la idónea para reseñar una producción tan bien confeccionada como esta: La música es seductora en todo momento, la fotografía insuperable con tonalidades que llenan cada fotograma y sutilmente lo dibujan desde una plástica que nos envuelve en nostalgia absoluta, la felicidad irreverente o el frenesí de las circunstancias por donde transitan sus protagonistas… y qué decir de su estructura narrativa que viaja entre acciones paralelas, saltos permanentes en el tiempo y múltiples narradores que conducen la historia desde perspectivas muy distintas y subtexto que sobrevuela todo el tiempo en nuestro inconciente: la vida jamás se detiene.



En El Caso Curioso… encontramos pues, un desarrollo fílmico armónico y extraordinario, que si bien es extenso –el metraje dura algo así como 166 minutos- no deja de ser un deleite en cada escena, que no está de más, ni de menos en un guión francamente redondo, o nunca mejor dicho, muy bien argumentado. Fiel a su naturaleza verosímil que lo envuelve y a la cual le es devoto en todo momento. Las comparaciones con la ilustre obra precedente de Roth son inevitables, pero es que tanto Forrest como Benjamin son personajes muy bien labrados por la senda de la narración audiovisual, con vidas propias y características que los hacen pasar a la posteridad como personajes emblemáticos.

Texto publicado el domingo 8 de Febrero de 2009, en la columna quincenal de cine Butaca Sinestésica RKO 281, del suplemento de cultura Letras de Cambio, del periódico Cambio de Michoacán.

lunes, 19 de enero de 2009

2009: Re-volver a la cinefilia.

Por: Alberto Zúñiga Rodríguez.

Después de un largo periodo de ausencia, hemos decidido reiniciar (o mejor dicho, retomar) esta columna literario-cinematográfica en el contexto de un 2009 que estará marcado en nuestra historia contemporánea por una etapa llena de contrastes, altibajos económicos en lo mundial-macroeconómico, lo político, lo social y por supuesto, en lo que atañe al séptimo arte y toda la cultura que subyace de él. Un año en el cual será difícil no hablar de crisis en cualquier ámbito de nuestra vida cotidiana, de falta de presupuesto para el desarrollo del cine nacional (y su incipiente o nula industria), de nuestras ya clásicas anécdotas de vivir el cine como un hecho social, la revisión de literatura cinematográfica rescatable y de todos aquellos quienes plano a plano construyen la historia de una disciplina que lucha por seguir contando historias, a pesar, de todos los pesares. Bienvenido pues el 09, su acontecer y todos ustedes que le dan vida a estas letras, que desde nuestra butaca trataremos de mantener con temas de su agrado, desagrado, polémica y por qué no, curiosidad vehemente.

Recordemos que los primeros meses del año, se construyen como un suculento manjar de festivales, estrenos y noticias que no dejan de sorprendernos a quienes vivimos lo cinematográfico como un goce, una forma de vida y/o quehacer profesional. Y para el arranque de este bocado fílmico, revisitemos algunas particularidades de la 66ª entrega de los Globos de Oro que ya ha perfilado lo que será la línea de lo que nos espera en cartelera en las próximas semanas (no olvidemos su gran influencia en la entrega de las estatuillas tan codiciadas para lo hollywoodense en meses venideros). Antes de señalar las producciones que merecen nuestra atención y que recomendaremos el día de hoy, vale la pena señalar que los Golden Globes este año no han podido recuperarse –una vez más- en sus niveles de audiencia a los que estaban acostumbrados sus respectivos patrocinadores. Qué pena para quien tenga que sufrirla. ¿La causa? La huelga del año pasado que sostuvieron los guionistas del gremio sindical norteamericano. ¿Será? No obstante a ello, y que de poco nos vale como cinéfilos, como también lo son los miles de dólares que cuestan los vestidos de las estrellitas que –creen que- levitan sobre su alfombra roja, resulta más interesante señalar que el jurado de este evento lo constituye la prensa internacional y no los miembros –judíos en su mayoría- de una Academia, como pasa con el compadre Oscar.
Amagados por la lista de detalles de este festival y entrados en el camino de recomendaciones que de él se derivan, la gran triunfadora, Slumdog Millionaire, del británico Danny Boyle (Trainspotting 1996, La Playa 2003, Sunshine 2007, entre otras) resultaría la encomienda obvia o preferida para usted amable lector, sin embargo, por muchas razones –que ya dedicaremos en la siguiente edición de esta columna- alentamos a ver como primera opción la inusitada y excelente cinta: El curioso caso de Benjamin Button, del enigmático director David Fincher (Seven, 1995, El Club de la Pelea, 1999, Zodiac, 2007) , que por cierto, no ganó un solo premio y ya puede ver en cartelera. Ojo, no queremos decir que Slumdog… no valga la pena, de hecho, es una gran película y muy recomendable pero insertarse en el universo que plantea El curioso… es simplemente un deleite en extremo.
Como mejor película extranjera, el galardón ya se veía venir por el estruendoso ruido que causó Waltz with Bashir y que resulta tan ad-hoc a los desafortunados y condenables conflictos que se suscitaron en la franja de Gaza. Si tiene oportunidad, no se la pierda. Vaya reflexión la que plantea. Como también no debe perderse en su lista de películas por degustar este 2009, Vicky Cristina Barcelona del neoyorkino septuagenario Woody Allen, quien resultara triunfador en el rubro más polémico de este certamen: Comedia o Musical. ¿Acaso toda comedia implica un musical? Qué patético.
Pero dejemos hasta aquí la recomendación de los globos y cerremos esta columna aplaudiendo de pie el esfuerzo de Corazón del Tiempo, la cual se encuentra compitiendo en la selección oficial del 25° festival de cine “independiente” Sundance. Primera obra de ficción realizada en y desde las entrañas de una comunidad zapatista, dirigida por Alberto Cortés y co-escrita por el periodista Hermann Bellinghausen. Enhorabuena y que vengan más cintas desde el interior de nuestros pueblos.

(Fotograma de la Cinta: Corazón del Tiempo. Fuente: La Jornada On Line)

Texto publicado el domingo 25 de Enero de 2009, en la columna quincenal de cine Butaca Sinestésica RKO 281, del suplemento de cultura Letras de Cambio, del periódico Cambio de Michoacán.