Cine, comentarios, noticias, reseñas, bio-filmografías, festivales, radio (cine-escuchas), bitácora personal y todo lo que implica el mundo del negativo (preferentemente de arte o no comercial)
jueves, 20 de marzo de 2008
¿MI NOCHE DE CINE PERFECTA? [Parte 2]
En fin no se hable más y sigamos charlando sobre ¿CÚAL SERÍA TU NOCHE DE CINE PERFECTA?. Saludos.
martes, 18 de marzo de 2008
Horton: un elefantito (insurrecto)
Por: Alberto Zúñiga Rodríguez
Las películas de dibujos animados que han salido al mercado en estos últimos tres años, o mejor dicho, a las salas de cine de la capital michoacana contienen una temática clásica donde la lucha del bien contra el mal está presente, pero donde también se deriva una lectura de imágenes (y diálogos) con cuestiones relativas a la igualdad de derechos, a la crítica de la religión, las concepciones de vida de las personas y en general sobre el funcionamiento de la sociedad. No es que hayan quedado atrás las lindas o quasi-estúpidas hadas madrinas, reinas, príncipes o las fábulas de tiernos animales con las que muchos hemos crecido y que, por supuesto, nos han brindado lecciones vitales con olor a miel, sino al contrario, gracias a estos renovados personajes los espectadores ahora encontramos puntos de análisis más serios disfrazados de inocencia y, por consecuencia, la decodificación del mensaje implica un proceso más profundo de análisis. La prueba de ello son cintas como La Brújula Dorada (2007), Las Crónicas de Narnia (2005) o algunas más “subversivas” como la aparentemente inofensiva Horton y el Mundo de los Quien (Horton Hears a Who!, 2008). A esta última producción dedicaremos algunos párrafos el día de hoy desde esta butaca.
Basada en una historia de 1954 del mítico escritor Ted Geisel, mejor conocido por su pseudónimo, Dr. Seuss (El grinch, El gato en el sombrero), la línea argumental de Horton… se revela al espectador como una cuestión sin aparente sentido. Un elefante carismático de nombre homónimo al título de la cinta, por accidente escucha un grito que sale de una partícula. Sí, de una insignificante partícula posada sobre una flor. Situación que le permite al paquidermo cuestionarse si puede haber vida ahí dentro o todo un mundo poblado por personas microscópicas. Así que Horton, ante este sonido decide indagar y descubre que efectivamente hay toda una población que habita en el país o ciudad llamada Villa-Quien. Lo mejor de esta secuencia es que nuestro protagonista entabla comunicación con ellos por medio de su alcalde y de una forma casi accidental que vale la pena mejor ver que leer. Sin embargo, para la villana de la historia y jefa de la selva, la mamá cangura, el percatarse de que Horton habla con una partícula resulta aberrante y toda una amenaza para su comunidad, pero en especial para los niños, de quien Horton –cabe resaltar- es el magnánimo profesor. Si hacemos una pequeña pausa y echamos un vistazo a estas secuencias iniciales, nos daremos cuenta que los guionistas critican muy particularmente la visión antropocentrista que tenemos como sociedad y donde los niveles de intolerancia contra quienes rompen con el status quo cotidiano resultan indignantes. Pero lo que hace esta cuestión más enriquecedora es que en el mundo Quien también se le discrimina al diminuto alcalde, el cual tiene la sospecha de que algo puede estar mal en su mundo, contrario a los intereses de su sociedad que sólo tiene el objetivo manifiesto de festejar otro Quien-aniversario (no hay peor ciego que el que no quiere ver).
Lo que hace verdaderamente interesante esta película dirigida por los estudios de animación Blue Sky (La Era del Hielo 2002, Robots, 2005), además del excelente doblaje y los gráficos tan espectaculares, es todo el motor que mueve a Horton a luchar por poner en un lugar seguro a la población de Villa-Quien, lo cual le permite luchar contra el asedio del buitre que -por encargo de la mamá canguro- hará hasta lo imposible por destruir la partícula. Aunque en este género el final es evidente, lo que no lo es tanto son las posibilidades de disertación inconciente que le legan a su gran público: los niños (y a los que no somos tan niños). A quienes afectamos sin darnos cuenta por obrar en su nombre. Nótese la actitud del bebé canguro, el hijo del alcalde estereotipado como un Emo y la combinación de gráficos tipo manga 2D con el 3D. Disfruten del inocente elefante y su lectura entrelíneas.
Texto publicado el domingo 23 de Marzo de 2008, en la columna antes semanal (ahora quincenal) de cine Butaca Sinestésica RKO 281, del suplemento de cultura Letras de Cambio, del periódico Cambio de Michoacán.
jueves, 13 de marzo de 2008
¿MI NOCHE DE CINE PERFECTA? [parte 1]
martes, 4 de marzo de 2008
Estamos de vuelta en los martes de posteo.
Recuerden que su servidor Betursus y Adrián González seguimos transmitiendo por la radio cada miércoles en NOCHES DE CINE a través de Radio Michoacán a las 9pm, hora del centro de México. Si está por la franja hertziana de la estación y su alcance, en las frecuencias de 106.9 Fm y 1550 Am también nos pude sintonizar en la entrañable ciudad de Morelia, Michoacán (México).
Y si este medio, tampoco empata con sus horarios, podrá escuchar en vivo a Betursus en el programa radiofónico dedicado a las hermosas mujeres tapatías y de todo el mundo "Sostenes al Aire" de Máxima FM-Guadalajara (89.1 Fm), cada martes a las 5:30 pm, hora del Centro de México. La sección en la que participa su humilde servilleta es: Pantalla Grande, porque el tamaño sí importa... Un programa de Buen Busto, ampliamente recomendado por la temática tan dinámica y la excelente conducción y humor de Tayde Farias y Mónica Orozco. De hecho, lo pueden escuchar también los jueves de 5 a 6.
En fin, como anuncio e intro ya estuvo... pero eso sí: Gracias por la paciencia de quienes se toman la molestia de visitar este espacio dedicado al arte y oficio del cine (regularmente o no, nuevos o no tan nuevos, amigos y enemigos, bienvenido todo el mundo). Gracias también a quienes han preguntado por el regreso de Betursus. Nos seguiremos leyendo y que vivan los martes de posteo.
Un chapuzón por la codicia de Petróleo Sangriento
Por: Alberto Zúñiga Rodríguez.
Después de un receso de casi 5 años sin filmar un largometraje, regresa el controvertido realizador californiano Paul Thomas Anderson (Studio City, 1970) con una propuesta bañada en el asqueroso olor de la crueldad, la avaricia, la manipulación de la fe y la inmundicia humana durante el pleno desarrollo de la explotación petrolera de Estados Unidos a finales del siglo XIX, concretamente en 1898. Nos referimos pues a su quinta película titulada Petróleo Sangriento (There Will Be Blood, 2007), la cual se basa en la novela Oil de Upton Sinclair y cuyo delicioso estupor en el manejo del espectador le valieron las estatuillas doradas por mejor fotografía (Robert Elswit) y mejor actor protagónico (Daniel Day Lewis) durante la 80ª edición de los Oscar (que a nuestra consideración ha sido una de las más transgresoras y alternativas en cuanto a las temáticas de los participantes e intereses de la industria concierne).
(Paul Dano como el pseudo profeta Eli Sunday)
El conflicto de intereses de estos dos hombres “visionarios” y ambiciosos será el motor que mueva la película hacia dimensiones muy interesantes que hacen que el espectador digiera una película de tintes épicos con subtemas que nos obligan a reflexionar necesariamente sobre el valor de la familia, la manipulación religiosa y la avaricia en todo su sentido. Especial atención merece el trastorno que sufre la vida del magnate cuando su hijo H.W se queda sordo a raíz de una explosión de un yacimiento y su relación de padre a hijo cambia rotundamente. Esta situación dotará del final de una carga emotiva muy interesante para ambos personajes.
En cuanto a su manufactura técnica, la belleza de cada fotograma en Petróleo Sangriento es notoria, destacando los contraluces como motivos recurrentes que embelecen las ambiciones del villano-protagonista, que después de todo no se convierte en un asesino serial, ni algo parecido para agraciar el título anglosajón, ni castellano. Es fuerte sí la cinta, pero no hay ríos de sangre... Lo que sí es un hecho es que se debe disponer de toda una tarde para degustar los 158 minutos que le dan vida a esta entrañable historia, que a pesar de su extenso metraje, te mantiene en suspenso permanente gracias a la música original que por demás hace un trabajo sublime.
Texto publicado el domingo 9 de Marzo de 2008, en la columna antes semanal (ahora quincenal) de cine Butaca Sinestésica RKO 281, del suplemento de cultura Letras de Cambio, del periódico Cambio de Michoacán.
Por los 70 de Méliès y los 100 de Oliveira, que ya vienen…
I. Digamos: ¡Salud!
Brindemos por el paso del tiempo y la conservación de los grandes maestros encapsulados en la magia del celuloide. Vivamos a través del recuerdo de su obra el cine, ese oficio colectivo que sintetiza a todas las artes, que les da movimiento… y vida en la oscuridad de una sala. Dediquemos estas líneas al 70 aniversario luctuoso del francés Georges Méliès, uno de los “culpables” o encargados de transformar un simple aparato “tomavistas” –sin relativo futuro, según los hermanos creadores, los Lumière- en una herramienta de expresión que dota a la sucesión de imágenes en la más pura sensación de realidad, causada por la fortuita o no persistencia retiniana.
(Retrato de Georges Méliès)
En un montaje paralelo, celebremos en vida también al cineasta portugués más grande de todos los tiempos, testigo activo de la historia de este medio de comunicación y que en 2008 cumplirá –nada más y nada menos- una centena de años dirigiendo cine y con una actividad imparable: Manoel de Oliveira (Oporto, 1908).II. Los fx y la puesta en escena.
Al señor Georges Méliès se le conoce como el padre de la ficción y algunos historiadores también le dan el mérito de ser el progenitor de los efectos especiales. Lo primero porque fue pionero en realizar cintas (en este caso cortometrajes) que no reflejaban o documentaban la vida cotidiana como se venía haciendo desde la invención del cinematógrafo (1895), es decir, por el mero placer de narrar una historia por diversión y entretenimiento. En lo que respecta a lo segundo, se debe a su formación de mago, director de teatro e ilusionista, así como a un descubrimiento accidental: en un mismo rollo de negativo, al cortar algunos fotogramas y unirlos a otros situados mucho más adelante (sin haber movido la cámara durante su filmación, claro está), al proyectarlos de corrido se percató de que existía la sensación de que las cosas desaparecían o aparecían. A partir de este hecho, Méliès experimentó otro tipo de efectos con la unión de negativos, como la sobreexposición (proyectar dos negativos a la vez) que dio lugar a lo que hoy en día conocemos como disolvencia (cross fade) y que en lenguaje audiovisual significa que ha pasado el tiempo en la historia. Si a esto le sumamos su experiencia en el uso de maquinaria mecánica (por el negocio familiar de calzado del que era partícipe), entenderemos por qué era tan hábil para desarrollar tramoya y otros artilugios que le permitían filmar y proyectar historias apasionantes, en el que se considera el primer estudio cinematográfico, el teatro Robert Houdin (que Méliès compró y acondicionó para este fin).
El estilo de este gran maestro del cine silente era muy sencillo pero no menos complicado. El emplazamiento de la cámara era fijo y simulando el rol de un espectador de teatro que ve al escenario, por consecuencia, en lugar de tener ritmo en el montaje, todo lo que sucedía dentro del plano dotaba de ritmo a la historia.
III. ¿…y Oliveira?
El estilo de Méliès precisamente no ha muerto y sigue vigente en este portugués, creador de más de 40 films, entre los que destacan: el documental Já se Fabricam Automóveis em Portugal (1938), la anterior al neorrealismo italiano Aniki Bobó (1942) y la que lo identifica con el maestro silente (y radicalizara su estilo): El pintor y la ciudad de 1956. La similitud de Manoel de Oliveira se precisa en los planos largos, los diálogos densos y extensos, así como la decoración teatral de las locaciones. Una muestra del estilo de este gran maestro la tuvimos en nuestra ciudad en la pasada 49ª Muestra Internacional de Cine que organiza la Cineteca Nacional y la Universidad Michoacana, con la cinta-homenaje Bella por siempre (Belle Toujours, 2006) del aragonés Luis Buñuel.
(El mítico y gran director portugués Manoel de Oliveira)
Se trata efectivamente de un tributo o una continuación de la que fuera la gran cúspide del director español: Bella de día de 1967 y con la que recibiera el León de Oro en Venecia. La trama de Bella por siempre se refiere al encuentro accidental que tienen en un concierto de orquesta 38 años después 2 de los protagonistas de Bella de día, Séverine y el mejor amigo de su difunto esposo: Husson. Aunque ella notó su presencia en el recinto, lo evade ya que Husson (Michel Piccoli) conoce un secreto sobre todas sus perversiones sexuales de su juventud. La confrontación entonces se encarnará en la insistente búsqueda de Husson por encontrar a Séverine y pedirle que cenen juntos para aclarar ciertas cosas.Méliès y Manoel de Oliveira las recomendaciones de hoy en esta butaca. Hasta la próxima proyección y sigamos vivando la historia del cine.
Texto publicado el domingo 17 de Febrero de 2008, en la columna antes semanal (ahora quincenal) de cine Butaca Sinestésica RKO 281, del suplemento de cultura Letras de Cambio, del periódico Cambio de Michoacán.