martes, 1 de abril de 2008

A propósito de las comedias románticas y las pérdidas… Posdata: Te amo.

Por: Alberto Zúñiga Rodríguez

A mi abuela Isabel, por su reciente descanso eterno.

Las comedias románticas o dramáticas suelen aplicar fórmulas que –de alguna u otra manera- resultan gastadas o repetidas hasta el desaliento, pero muy entretenidas o divertidas. Quizá en este último aspecto reside precisamente su éxito como género, ya que se dirigen a un mercado que espera reír y llorar en una misma historia, que de antemano uno sabe su desenlace. En términos de estructura o más formales, los rasgos que las identifican son la o el clásico protagonista carismático, bonachón y carilindo al que siempre le suceden situaciones chuscas, que se cae constantemente o golpea contra la escenografía por lo menos cada 2 o 3 escenas y que según la línea argumental de cada producción, se encuentra también en situación de desamparo (amoroso, normalmente) o con una terrible disyuntiva que resolver. Por otro lado, el factor musical resulta imprescindible en su desarrollo, ya que a pesar de su legado de los musicales, casi por obligación vamos a encontrar canciones algo melancólicas o muy conocidas para que sean lo bastante pegajosas para mantenerse en el agrado del público (mujeres adolescentes o parejas, habitualmente) y lograr así ágiles ventas en su soundtrack. En cuanto al diseño del reparto, los papeles secundarios de los amigos del protagonista también se convierten en un eje narrativo tremendamente importante, ya que son ellos con sus personalidades divergentes quienes le orientan, animan, regañan y abofetean para que reaccione ante sus crisis. En lo que toca a la temática, vemos que las historias -por lo regular- se sitúan en alguna época del año donde aflora el sentimiento y las palpitaciones, como la navidad, o en algún evento tan extraordinario o cotidiano como las bodas, los viajes, un encuentro repentino o qué sé yo… Así pues, bajo estas características los ejemplos sobran y la cartelera se la disputan TODO EL AÑO producciones normalmente norteamericanas-hollywoodenses o del Reino Unido, con su característico humor negro… Si hacemos alusión a los actores y actrices más solicitados para este fin, nombres como Julia Roberts, Hugh Grant, Jude Law, Drew Barrymore o Adam Sandler vienen inmediatamente a nuestra mente y títulos como 4 Bodas y un Funeral, La Boda de mi mejor amigo, Loco por Mary, y un largo etcétera, se tornan en referentes casi obligatorios. Aunque debo confesar que no soy fan de este tipo de cintas, tampoco puedo negar que no he visto alguno de los títulos anteriormente mencionados, o que no se hayan postrado en mi mente –o en la de muchos- como un recuerdo de la adolescencia, de alguna ex novia o sencillamente como una filmografía conexa a las generaciones nacidas en los 70´s y para adelante. En fin…
Este fin de semana, dos días después de enterrar a mi abuela (q.e.p.d) caí a la oscuridad de la sala a ver un título de esta naturaleza por recomendación-petición de unas amigas con las que colaboro en una radio de Guadalajara, evidentemente, en un programa dirigido a mujeres. Así que Posdata: Te amo (P.S: I love you), del director neoyorkino nominado al Oscar en 1991 por The Fisher King, Richard LaGravenese, nos aguardaba a su servidor y a mi Lilita, en el peor horario para ver una película como esta (7 de la noche, nada recomendable para un domingo). El tema: la pérdida de un esposo a edad temprana. La protagonista: la camaleónica y poco gesticular Hilary Swank (Million Dollar Baby, 2004, Boys Don´t Cry, 1999), quien interpreta a la viuda de ascendencia irlandesa Holly Kennedy radicada en Nueva York, cuyo duelo se desarrolla en todo un año donde aprende que la vida sigue gracias a la ayuda de su extinto marido irlandés Gerry Kennedy (llevado a la pantalla por Gerard Butler, también histrión de cintas como 300, del año pasado y El Fantasma de la Ópera de 2004) quien le guía a través de 10 cartas y señales que él mismo le dejó preparados para superar su muerte. Una extraña mezcla de crueldad con romanticismo y comedia oscura.

Poster de la cinta Posdata: Te amo (Richard LaGravenese, 2007)

Posdata: Te amo es un filme basado en la novela homónima de Cecelia Ahern, que cuenta con una realización medianamente interesante y muy singular en la fotografía de Terry Stacey (especial atención merecen los paisajes irlandeses). Por supuesto, es una historia que tendrá a su público femenino aferrado a los pañuelos de bolsillo durante la mitad de su metraje, con llanto nada disimulado y que se propone hacernos reflexionar sobre la vida en pareja, la catarsis de cualquier pérdida de un ser querido y que por supuesto, cuenta con una escena cliché de Karaoke, otra característica que casi olvido señalar. Pues ahí la tienen, una cinta para los enamorados y para los que necesitan seguir adelante sin perder la ilusión de volverse a enamorar. Disfrútenla y lloren todo lo que quieran.

Texto publicado el domingo 6 de Abril de 2008, en la columna antes semanal (ahora quincenal) de cine Butaca Sinestésica RKO 281, del suplemento de cultura Letras de Cambio, del periódico Cambio de Michoacán.

4 comentarios:

Anónimo dijo...
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A dijo...

no se me antoja NADA...
mi comedia romantixca preferida es eterno resplandor de una mente sinr ecuerdos.

Otra que no es comedia pero es romantica : the jacket.... que amor!

besos romanticos
A.

Anónimo dijo...

La volvería a ver por supuesto, una y otra vez, no esta que hoy reseña Betursus, sino la que tú dices A (Eterno Resplandor..., wow, qué peli).
Besos románticos, sí.
Saludos a todos. Josh.

Lata dijo...

Pues tú sabes que a mí me encantan las comedias románticas. Estoy leyendo éste libro y no he visto la peli... va bien el book. Lo interesante es que lo escribió una chavita de 22 años y se ha convertido en un éxito a nivel mundial. La traducción no es muy buena para México, muy españolizada debo decir.
Ya te contaré.
P.d. ¡que vivan los chick flicks!!