martes, 4 de diciembre de 2007

El Fraude ¿censurado?

Por: Alberto Zúñiga Rodríguez / betursus@yahoo.com.mx

El escándalo mediático que rodea la última producción documental de Luis Mandoki (Distrito Federal, 1954), Fraude México 2006, le ha permitido rebasar las limitantes comerciales propias del género. Su permanencia en salas comerciales por más de dos semanas ha dado muestra de la proximidad que transmite su narración (muy visceral, por cierto) y el interés de un público poco habituado a cintas que lo confronten con su realidad inmediata (las elecciones presidenciales del año pasado en nuestro país). Sin embargo, la temática no ha sido el único motor que ha permitido que la gente acuda al llamado del realizador de cintas como Gaby, una historia verdadera (1987), Voces Inocentes (2004) y Cuando un hombre ama a una mujer (1994), quien dice que esta producción no es únicamente de su manufactura, sino de una gran cantidad (millones) de mexicanos que con sus cámaras de video y fotográficas, teléfonos celulares y otros artilugios tecnológicos se encargaron de nutrir o documentar el metraje de 110 minutos de duración. De hecho su aportación fue a más, ya que la colaboración no sólo se limitó en este sentido sino en términos económicos, que a través de donativos permitieron que Fraude México 2006 se pudiera terminar en su fase de postproducción y saliera con más de 200 copias para exhibición. Otro hecho inaudito en el país para un documental mexicano.
Pero todo esto no debe sorprendernos tampoco del todo, ya que la resonancia o el eco del documental viene a raíz de la supuesta campaña de censura que, meses antes, orquestaron en su contra –según el propio Mandoki y su productor Federico Arreola- empresas como Warner o Televisa (a través de su distribuidora de video casero) quienes se negaron a distribuirla. Esto un tanto lógico si analizamos el target al cual se dirigen estos entes cinematográficos. A este supuesto “complot” también se unieron algunas radiodifusoras de algunos estados del país (sí, hubo unas michoacanas), quienes a unas semanas de su exhibición (16 de noviembre), bajo un contrato comercial firmado no transmitieron los spots pactados para su promoción o difusión. Otros incidentes en las cadenas de exhibición (funciones canceladas, trailers sin proyección en salas, falta de posters en las marquesinas, maltrato del personal del cine a los asistentes, etcétera) han sumado la larga lista de obstáculos que Contraviento Films ha tenido que desdeñar para su proyección.

(Poster de la Cinta Fraude México 2006, de Luis Mandoki 2006)

En lo referente a lo estructural y lo dramático-narrativo, y en honor al rigor y análisis cinematográfico, Fraude México 2006 cojea en gran medida al centrar su línea argumental sobre una enorme entrevista al entonces candidato a la presidencia, Andrés Manuel López Obrador, quien a manera de cronista, da un recuento de toda la faena que se originó en su contra desde que era jefe del gobierno del Distrito Federal hasta llegar a la candidatura, pasando también por algunos datos históricos que van desde la independencia hasta el otro fraude, el del 88. Esta cuestión pone de relieve un contrapeso nulo en la historia y un excesivo protagonismo del actor político, demeritando así el resto de la investigación o relegándolo a un subplot (subtema) un tanto secundario. Por eso, no resultan extrañas las críticas que se han empeñado en adjetivar algunos acérrimos fustigadores, que la establecen como una especie de narración apologética en favor a este candidato (recordemos que previo a los comicios, Mandoki realizó el documental titulado ¿Quién es el señor López?). En otro frente, se echa de menos la opinión de la contraparte que lógicamente jamás aparecería en escena, como los expresidentes Salinas de Gortari y Fox Quesada, el secretario general del IFE, Luis Carlos Ugalde o el actual mandatario, Felipe Calderón, cuyas apariciones se limitan al favor de la Crestomatía. No obstante su ausencia, el documental cuenta con un par de piezas importantes (quizá medulares y las más loables) que lo dotan de naturalidad y fuerza fílmica: por un lado la participación de la gente con sus ojos videográficos y por otro, el proponer una visión global de un hecho que jamás nos han presentado, ni presentarán, las cadenas televisivas en señal abierta.
Aunque lo fidedigno de los datos se limite en ocasiones al testimonio del protagonista o algunos documentos o que el autor presenta dos bandos para empatar, Fraude México 2006, tiene como virtud algo que hacía mucho tiempo no apreciaba en la oscuridad de una placentera sala de cine y me refiero al hecho de la interacción “en vivo” de los asistentes con la pantalla (como cuando los hermanos Lumière presentaron el cinematógrafo). Hubo quienes aplaudían, lloraban o quienes le gritaban “mentiroso” a Fox cuando aparecía a cuadro, es decir, sentir la proyección como una realidad tangible. Sea como sea, esta cinta hay que verla independientemente de nuestras convicciones políticas y como un mero ejercicio informativo alternativo. Total, para opinar hay que conocer las dos caras de la moneda.

Texto publicado el domingo 2 de Diciembre de 2007, en la columna semanal de cine Butaca Sinestésica RKO 281, del suplemento de cultura Letras de Cambio, del periódico Cambio de Michoacán.

Página web de la película: http://www.contraelvientofilms.com/
Más datos sobre el director: http://www.imdb.com/name/nm0001502/

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